Venus

En el frontón redondeado se representa, en un alto relieve, la figura de Venus apoyada indolentemente sobre un pez grotesco, acompañada de cinco putti con diferentes conchas y caracoles marinos.

La escena representada es un tema decorativo muy común, la representación de la diosa del amor acompañada de un grupo indeterminado de putti. Los elementos marinos, muy poco corrientes en una representación de Venus, se explican por la laxitud iconológico de todo el conjunto, ya que el nexo de unión entre todas las figuras es el elemento líquido -menos la Aurora-, por lo que no es extraña esta reinterpretación en clave "marina" del tema decorativo de Venus. Además, los dos putti situados sobre las puertas laterales también llevan elementos marinos -un caracola y un dofí- en un intento de relacionar las diferentes partes del conjunto.

En el Palacio de Longchamp de Marsella, que inspiró a Fontseré, también encontramos la figura de Venus seguida de un grupo de putti, en una posición muy parecida a la realizada por Francisco Labrador, y en el mismo emplazamiento que en Barcelona, ​​sobre el conjunto central. Aunque el friso de Marsella sea un bajo relieve y que no aparezca ningún elemento marino, la filiación del diseño de Fontseré del tímpano de la cascada parece evidente encontrarla, una vez más, en el conjunto de Henri Espérandieu.