Sant Sever

El año 1550, el consejero Bonaventura de Gualbes sufragó la ejecución de las imágenes en piedra de los patrones de Barcelona, ​​Santa Eulalia y San Severo, para que fueran colocadas en la fachada gótica del Consejo de Ciento; en las esquinas, en elementos arquitectónicos ya existentes, ménsula y dosel. Entre el 1831 y el 1847, el arquitecto Josep Mas llevó a cabo reformas en el edificio; la más importante fue la construcción de una nueva fachada para la plaza de Santiago, que comportó la mutilación de buena parte de la fachada medieval. La figura de San Severo del siglo XVI se perdió en el curso de las obras. La figura de santa Eulalia permaneció aislada, y en noviembre de 1850 se hablaba de trasladarla a la esquina de la plaza de Santiago con la antigua calle de San Miguel.

La imagen de san Severo lleva un báculo y un libro de las Sagradas Escrituras en las manos, viste con capa pluvial y mitra porque fue obispo de Barcelona, ​​y fue martirizado en el año 636. La figura es obra del escultor Joan Flotats y Luciano (1847-1917), uno de los máximos exponentes de la imaginería religiosa realista, discípulo de Agapit Vallmitjana. También se ha hablado de la colaboración de Lluís Puiggener y Fernández (1951/18). No sabemos con exactitud la datación de la escultura, aunque se deben descartar las hipótesis que hablan del 1830 o del 1865, ya que los artistas no habían nacido o eran un poco demasiado jóvenes. Quizás habría que hacer mención de la década de los años 80 del siglo XIX, una década de actividad febril en el embellecimiento público de Barcelona de cara a la Exposición Universal de 1888.