Sant Jordi

Cuando la Generalitat instaló, a comienzos del siglo XV, en una casa de la que había sido el barrio judío de Barcelona hasta su saqueo, en 1391, emprendió acto seguido obras de reforma para adaptarla al nuevo uso público que debía tener. Al tiempo que modificaba algunas de las salas interiores, encargó al arquitecto Marc Safont (el 18 de julio de 1416) que hiciera una valla nueva para el huerto de la casa, en el lado que daba al que ahora es la calle del Obispo y entonces se llamaba calle de la Sede. En esta valla habría la entrada noble en el Palau, que hasta ese momento había sido situada en la calle de San Honorato.

La obra duró dos años. Sobre la puerta monumental, Safont hay previó una decoración escultórica de hojas y rosetones con pequeñas cabezas humanos. En el centro de la barandilla coronada de pináculos que formaba, algo despegado y acompañado de gárgolas con figuras, hay previó un medallón con un san Jorge a caballo matando al dragón que encargó al escultor Pere Joan. Esta portada gótica se terminó en 1418.