Roger de Llúria

Josep Reynés, escultor formado en Palco, amplió sus estudios en París a los talleres de Albert-Ernest Carrier-Belleuse (1824-1887) y Jean-Baptiste Carpeaux (1827-1875), desde 1872 hasta 1876. El monumento de el almirante Roger de Lauria, junto con las siete estatuas restantes del Salón de San Juan, a excepción de la más romántica de Rafael de Casanova, resume, según palabras de Judit Subirachs "conceptualmente (...) la herencia del romanticismo, mientras que formalmente hay que incluir la de lleno en la tendencia realista, de actitudes estáticas y solemnes y con una especial atención al detallismo de las indumentarias, propiedad que en la técnica de la fundición en bronce se podía conseguir de manera muy satisfactoria ".

Anterior en el tiempo, se convierte en modelo de sus compañeras que conforman la llamada Galería de Catalanes Ilustres, impulsada por el Ayuntamiento de Barcelona. Sus medidas superiores al natural, sobre un alto pedestal, enfatizan la figura de uno de los más importantes militares de la Corona de Aragón. A pesar de un cierto sentido épico de la representación, como bien apunta Santiago Alcolea Gil "(...) las condiciones impuestas limitaban la creatividad ...", lo que se evidencia al comparar la obra de Reynés, por lo que siguieron los otros escultores del programa del Salón de San Juan, con el monumento al mismo Roger de Llúria (1886-1889), de Feliu Ferrer y rusco, situado al inicio de la Rambla Nova de Tarragona, con un carácter representativo más fuerte.