Mural Barceloneta

Paseo Joan de Borbó

Diseño: Josep Guinovart
Arquitecto: José Antonio Coderch de Sentmenat
Materiales: Pintura

En 1954 se terminó de construir un edificio de planta y seis pisos más ático en el número 43 del paseo de la Barceloneta, que entonces se llamaba oficialmente paseo Nacional y tenía tapada la vista al mar por unos grandes almacenes que fueron derribados poco antes de los Juegos Olímpicos de 1992. Era el primer edificio de viviendas que proyectaba el arquitecto José Antonio Coderch de Sentmenat y lo hizo con la colaboración de Manuel Valls Vergés por encargo del promotor, el Montepío de la Caja de Previsión de la Marina Mercante Nacional.

Fue una obra absolutamente revolucionaria para la época en que se empezó a construir, correspondiente al año del Congreso Eucarístico Internacional, cuando dominaba todavía la rigidez de líneas de posguerra. La fachada, que hace esquina con las calles del Mar y Almirante Cervera, se caracteriza por las persianas de lamas fijas que la recubren completamente y dos bajantes verticales de cerámica vidriada color siena que se prolongan más arriba de la azotea para cubrir las salidas de humos.

Terminada la construcción, los arquitectos encargaron a Josep Guinovart, que entonces tenía 26 años y acababa de regresar de una estancia de medio año en París becado por Instituto Francés, la decoración de la pared de la escalera de entrada con una pintura mural. Guinovart eligió un tema que guarda una estrecha relación con el barrio donde se encuentra y con las finalidades del promotor, ya que a pesar del carácter abstracto de la obra se distingue claramente un faro en medio y un barco que parece en situación de naufragio en el extremo más cercano a la puerta de entrada, separados por varias formas de tonos azulados que representan el agua del mar en movimiento. Es una de sus primeras pinturas murales no figurativas, correspondiente a la misma época y estilo de las que hizo en el interior del teatro de los Hogares Mundet.

El edificio está incluido en el catálogo de patrimonio arquitectónico de Barcelona con el identificador número 18 y el máximo nivel de protección (BCIN o A). En la descripción del edificio, el catálogo señala que se trata de una "pieza espectacular de gran innovación que mereció un gran reconocimiento internacional y que incluso hoy sigue siendo un ejemplo pocas veces igualado". En las limitaciones puestas a intervenciones posteriores se hace la advertencia de que "en los elementos comunes -Vestíbulo y escala- deberán respetar todos los rasgos compositivos originales y las piezas originales".

Con el paso de los años, el mural de Guinovart se fue deteriorando progresivamente, sobre todo en la parte más baja, ya que no fue protegido de ninguna manera ni se ha hizo ningún trabajo de conservación o restauración. Se ha ido apagando el cromatismo original y las humedades, las salpicaduras de la limpieza de los escalones y el rozamiento de los que suben y bajan por la escalera han hecho el resto. El despropósito máximo llegó cuando el verano del año 2011 la comunidad de vecinos hizo poner un pasamanos y un interruptor para abrir la puerta mediante regatas y agujeros realizados directamente sobre la pintura mural. La intervención municipal instando a los vecinos a eliminar los elementos añadidos y restituir la pintura a su estado original, llevando a cabo una restauración, no ha dado aún, en el momento de redactar estas líneas, ningún resultado.

  • Barceloneta
  • Pg. de Joan de Borbó, 42-43

  • Metro L4BARCELONETA

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