Medianera de la Plaça de les Olles

Buena parte de la reforma urbanística de Ciutat Vella ha consistido en esponjar calles y plazas, acción que se ha hecho básicamente derribando viejos edificios o dejando solares sin edificar. La plaza de las Ollas es una antiquísima plaza de Barcelona que ganó espacio justamente con este proceso. Los vecinos estaban muy contentos de la rehabilitación, pero les pareció que las dos medianeras que habían quedado a la vista no hacían justicia al conjunto y decidieron que los artistas podrían transformarlas. Desde la Plataforma de Entidades de la Ribera se inició un proyecto que llevó principalmente Luz Ventura, vecina y entonces consejera de Cultura en el distrito. Reunió a unos doce artistas del barrio, todos ellos con diferentes estilos y en diferentes momentos de su carrera, y coordinar las reuniones hasta encontrar un proyecto realmente colectivo. Cada artista trabajaría con su mano y por amor al arte, renunciaría a su estilo y poder identificar su firma en el muro. Poco a poco, se fueron perfilando las soluciones: formas ondulantes como el apoyo, predominio del color azul y creación de una especie de nebulosa o mar donde sutilmente emergieran unas formas que se pintarían individualmente.

Para la realización se contó con la ayuda de los bomberos, que prestaron las escaleras y otros artefactos. Si además sumamos que el fondo del mural se hizo rociando la pintura con compresores, podemos imaginar que fueron tres días de espectáculo aparatoso, casi como una fiesta en la calle. Viniendo desde el plano de Palau viviremos la sensación de ver dos paredes que se tocan y que se abren cuando avanzamos. El mural mismo es también como una visión irreal, una especie de espacio celeste donde nos parece que podemos distinguir formas en las nubes, la mayoría de ellas de animales que no guardan relación de escala; casi como un sueño o una alucinación de atmósfera densa, colores fluorescentes y formas inconexas que aparecen y se desvanecen en un mar de olas o fluidos extraño, incluyendo las ventanas, estas sí, de verdad.