Fuente del Genio Catalán, el Marqués de Campo Sagrado

El 1 de junio de 1856 se inauguró el Pla de Palau la Fuente del Genio Catalán, como homenaje al capitán general José Bernaldo de Quirós, marqués de Campo Sagrado, quien promovió la traída de aguas de Moncada en unos años de sequía aguda. Por ello, el escudo nobiliario del marqués figura en un lugar destacado del monumento con la inscripción: "Después de Dios, la casa de Quirós". El proyecto del monumento es del arquitecto Francesc Daniel Molina y las estatuas fueron realizadas por los hermanos Baratta di Leopoldo, marmolistas italianos que entonces trabajaban en Barcelona. Las cuatro estatuas laterales simbolizan las cuatro provincias catalanas y los cuatro cabezas de león que manan agua por la boca, los ríos Llobregat, Ter, Ebro y Segre. La figura que domina el monumento y le da nombre representa el genio catalán, y algunos autores aseguran que no es obra de los hermanos Baratta, sino de José Aniceto Santigosa, que ya había intervenido pocos años antes en la columna dedicada a Galceran Marquet. Inicialmente fue realizada completamente desnuda. Pero pocos días después de la inauguración, como que, según explica Puig y Alfonso, "iban mujeres en procesión hecha a tomar vistas de la gentileza de formas de dicha estatua", el obispo de la diócesis intervino ante las autoridades y, montante de nuevo los andamios retiradas poco antes, castraron a golpes de martillo ya toda prisa se tuvo que improvisar un pliego de drapeado que, durante más de un siglo y medio, tapó la parte pecaminosa del estatua. Tras la Guerra Civil, la fuente fue reparada por el escultor Frederic Marès, quien añadió unos trozos que se habían roto de las alas, los pies, las manos y la estrella y la palma que estas sostienen, pero mantener el púdico taparrabos. Este fue retirado a mediados de los ochenta, y quedó a la vista la entrepierna mutilado del genio, sólo con testículos, hasta que, al comenzar los años noventa, una restauración promovida por la Campaña municipal para la Protección y Mejora del Paisaje urbano añadirle, a modo de prótesis, un pene que parecía un tubo, realizado con resinas por un cantero. Asimismo, sustituyeron también con resinas las partes que Marès había rehecho en la posguerra y que se habían separado del bloque principal por la acción de los elementos. Todas estas resinas fueron retiradas finalmente en una restauración muy rigurosa realizada entre los años 2007 y 2008 por un equipo de seis restauradores dirigidas por Mercè Marqués. El nuevo modelado de los trozos de las figuras ocupados por las resinas retiradas y algún otro que no se había repuesto en la poco seria reforma de 1990, fue realizado con fidelidad a partir de fotografías antiguas, por Abel Vallhonesta y la realización en mármol en partir del modelado, y su fijación en las figuras, fue obra del escultor Fernando Regàs. Se respetaron aquellas partes que había rehecho Marès de manera diferente a la original, como las alas de los caballos que inicialmente habían sido como de mariposa.

En la dificultosa deliberación sobre qué hacer con el pene castrado del genio, se decidió retirarle el añadido de 1990 y dejarlo sin, como el Hermes de Praxiteles, que tiene unas proporciones similares a las del Genio, ya que no se dispone de ningún dibujo de la obra original y es imposible saber, por tanto, qué forma y tamaño le habían otorgado los escultores que crearlo. Cualquier incorporación en ese lugar sería tan imaginativa y poco respetuosa como la que exhibió de 1990 a 2007.

Asimismo, el departamento municipal de Arquitectura y Proyectos Urbanos, responsable de la restauración, hizo una limpieza de hongos y sustituyó la instalación de agua. También se hicieron nuevas, en bronce, las letras de la placa alusiva al Marqués de Campo Sagrado.

A pesar del impresionante trabajo de recuperación, el monumento es una obra muy castigada por el paso de los años y quizás algún día habrá que plantearse si llevarla al museo y sustituirla por una nueva copia.