Fuente de les Tres Gràcies

El arquitecto Francesc Daniel Molina, autor del diseño de la plaza Real, ya que fue el ganador del concurso de proyectos convocados por el Ayuntamiento para urbanizar el lugar donde había habido un convento de capuchinos, decidió poner esta fuente, un modelo estándar comprado en febrero de 1876 en la fundición francesa de Antoine Durenne. Sin embargo, antes de esta debía existir otra, porque en 1852 ya se trabajaba para ponerse hay una, y no a gusto de todos.

En 1888, la fuente fue desmontada y en su lugar pusieron un manantial luminoso. La Fuente de las Tres Gracias fue montada en la Rambla del Poblenou 1907, y en 1926 volvió a la plaza Real de nuevo, por decisión de Nicolau M. Rubió i Tudurí, que era el responsable municipal de plazas y parques, y de Francisco de Paula Nebot, que era el teniente de alcalde de Obras Públicas. A pesar de los sólo veinte años escasos que la fuente fue el Poble Nou, dejó un fuerte recuerdo. En la esquina de la calle Ramon Turró con la Rambla, donde fue, hubo hasta los años ochenta dos tiendas, una panadería y una zapatería con el nombre de "El surtidor", de las que sólo queda, al comenzar el siglo XXI, una panadería.

En 1983, la plaza fue sometida a una reforma importante, se eliminó la circulación de vehículos y la fuente monumental fue restaurada.