Fiesta del árbol

El ingeniero forestal Rafael Puig y Valls (Tarragona, desde 1845 hasta 1920) animó niños y maestros de las escuelas barcelonesas para montar la primera Fiesta del Árbol, el último domingo de abril de 1899. La idea era inculcar la importancia de los árboles en un país que toleraba la destrucción de sus bosques. Este tipo de fiesta se celebró por primera vez en Nebraska (EEUU) en 1872. Aunque salieron algunas voces protestando por el supuesto carácter pagano de la fiesta, esta recibió el apoyo del Ayuntamiento y del conservador Diario de Barcelona. La comitiva, formada por unos 1.500 niños y maestros, salió del Palacio de Bellas Artes y se dirigió al Museo Zootécnico, entonces situado en la Sección Marítima del Parque de la Ciutadella. Rafael Puig y Valls hizo la ofrenda de los 400 pinos que debían plantar y respondió el alcalde Bartomeu Robert. Después se descubrió un peñasco para conmemorar la primera Fiesta del Árbol.