Ángel

El proyecto de hacer un monumento a Santa Eulalia, patrona de Barcelona, ​​es del 1616. Se decidió poner en la plaza del Trigo -el actual plaza del Ángel- un monumento dedicado a la santa, proyectado por Rafael Plansó. Consistía en un obelisco, como se hacían partes, con finalidad religiosa. Se decidió poner encima la figura de un ángel que señalaría con una mano hacia el suelo, porque la tradición establecía que en este lugar, un día del año 877, la comitiva que llevaba hacia la catedral de Barcelona los despojos de la santa, acabadas de encontrar cerca de donde ahora es Santa María del Mar, se había visto parada por una fuerza extraña. Por más esfuerzos que hacían los que llevaban la urna, no conseguían avanzar. Entonces bajó del cielo un ángel que puso la mano sobre uno de los canónigos que formaba parte del cortejo y éste, atemorizado, cayó de rodillas reconociendo que había cogido de la urna un hueso de un dedo de un pie de Eulalia. Cuando lo devolvió, la comitiva pudo seguir su camino. Plansó quiso reflejar la leyenda y encargó al platero Felip Ros, que había bordado el pendón de Santa Eulalia, que hiciera la imagen. Fue instalada en el obelisco el 10 de agosto de 1618. Las bombas del asedio de 1714 perjudicaron el monumento, que fue restaurado en 1747. En el año 1821, durante el trienio constitucional, las autoridades dijeron que el obelisco perjudicaba la circulación y fue retirado. El ángel fue puesto entonces en la casa que hacía esquina con la calle de la Llibreteria. Con el tiempo el original fue a parar al Museo de Historia de la Ciudad, y una copia fue puesta en la nueva casa que hizo Josep Domènech y Manzana en 1921 para la familia Calicó, al haberse abierto la Via Laietana. La actual imagen fue colocada el 16 de noviembre de 1966.